Adolfo Sáiz Martínez, "Lechuga".

Pocas personas habrá en Labastida que no hayan tenido a lo largo de su vida uno o mas "encontronazos" con "Lechuga". Adolfo Sáiz Martínez, "Lechuga", es muy, muy peculiar. Rebelde, soberbio, orgulloso, deslenguado...posee todos esos defectos, de todo tiene que haber en la viña del Señor, que sus amigos tornamos en virtudes porque Lechuga no se esconde. Si estás en el bar, enseguida te das cuenta de que Lechuga ha entrado porque le gusta "hacerse notar". Si logras superar el primer "encontronazo" con Lechuga, tendrás "amigo" para toda la vida aunque de otros "encontronazos", no te libra ni dios. Cuando logras traspasar la dura "coraza", te encuentras una persona con un corazón grande, grande, grande; trabajador, como ninguno; amigo de sus amigos pero también enemigo de sus enemigos. El porqué de su manera de ser, lo dejamos para los psicoanalistas pero en esta vida todo tiene explicación. Personalmente tengo la suerte de que Adolfo me incluya entre sus amigos porque siempre es él, el que elige. Eskerrik asko "Komandante Letxuga".